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Un tesoro escondido
Justus Danckerts, Regnum Castellae Novae, Andalusiae, Granadae, et Algarbiae, nec non Maxime Partis Portugalliae, et Extremadurae (Amsterdam, 1680). Instituto Geográfico Nacional
La que ha dado en llamarse Biblioteca oculta de Barcarrota desde 1995 forma parte del patrimonio bibliográfico extremeño y en 2002 se depositó en la Biblioteca de Extremadura (Badajoz). Los libros, diez impresos y un manuscrito, están escritos en diversas lenguas, y entre ellos se cuenta una valiosa edición única de 1554 del Lazarillo de Tormes.
Al derribar la pared, una piqueta atravesó el Alborayque, otro de los volúmenes, que conserva aún las huellas del agujero.


En conjunto, la Biblioteca de Barcarrota destila una indisimulable heterodoxia: hay en ella sátira y crítica social, oraciones prohibidas, nigromancia, artes adivinatorias, erasmismo, libelos filoprotestantes, e incluso un diálogo pornográfico de explícita orientación homosexual.
Junto con los libros apareció también una nómina-amuleto dedicada a un hidalgo portugués, Fernão Brandão, de Évora.

Que la Biblioteca de Barcarrota fuese emparedada significa que su posesor sintió que corría un verdadero peligro conservándola.
El tesoro de Barcarrota nos transporta hacia finales de 1559, tras la publicación del Índice de libros prohibidos del inquisidor Fernando de Valdés, en el que figuraban de un modo nominal al menos cuatro de los títulos tapiados (el más tardío de ellos el Lazarillo de Tormes, de 1554).
Cathálogo de los libros que se prohíben, ansí en latín como en romance (Valladolid, 1560). Versión en formato cartel del índice de libros prohibidos de Valdés. Houghton Library (Harvard University), p CB In23 1560

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Lazarillo de Tormes, Medina del Campo, 1554